Esa es la entradilla de un interesante artículo publicado en La Vanguardia el pasado 13 de junio. En él se expone que leer favorece la concentración y la empatía, alimenta la imaginación, modifica (para bien) el cerebro, nos hace progresar y nos prepara para el éxito. El ex ministro Ángel Gabilondo, catedrático de Filosofía en la Universidad Autónoma de Madrid y autor del reciente ensayo Darse a la lectura (RBA) afirma que “el acto de leer forma parte del acto de vivir”.
Para el escritor catalán Emili Teixidor, autor de La lectura y la vida (Columna) y de la exitosa novela que inspiró la película Pa negre, leer es un beneficioso ejercicio mental: “La lectura es el único instrumento que tiene el cerebro para progresar –considera Emili Teixidor–, nos da el alimento que hace vivir al cerebro”.
La actividad de leer, que el cerebro lleva a cabo con tanta naturalidad, tiene repercusiones en el desarrollo intelectual. “La capacidad lectora modifica el cerebro”, afirma el neurólogo Stanislas Dehaene, catedrático de Psicología Cognitiva Experimental del Collège de France en su libro Les neurones de la lecture (Odile Jacob).
Artículo altamente recomendable para tomar conciencia de la importancia de la lectura y de sus múltiples y beneficiosas repercusiones.
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